Posterior-Nasal-Packing-Uses-Types-Complications-and-Care-Guide

El taponamiento nasal posterior es una técnica fundamental para el manejo de hemorragias nasales severas que se originan en la parte posterior de la cavidad nasal. Si bien la mayoría de las hemorragias nasales son leves y se resuelven con primeros auxilios simples o con un taponamiento nasal anterior, algunos casos —especialmente la **epistaxis posterior**— requieren una intervención más avanzada.

En este artículo, exploraremos qué es el taponamiento nasal posterior, cuándo se utiliza, qué materiales están disponibles, las posibles complicaciones, y cómo cuidarlo adecuadamente. También compararemos el **taponamiento anterior vs. posterior**, y cómo difieren sus tratamientos tanto en la aplicación como en la recuperación.

¿Qué es la Epistaxis?

La epistaxis, más comúnmente conocida como sangrado nasal, ocurre cuando se rompen los vasos sanguíneos delicados dentro de la nariz. Puede ser causada por traumatismos, aire seco, infecciones, alergias, trastornos de la coagulación sanguínea o presión arterial alta.

Existen dos tipos principales de epistaxis:

  • Epistaxis anterior: Se origina en la parte frontal del tabique nasal, generalmente en el plexo de Kiesselbach (también conocido como Área de Little). Es el tipo más común y usualmente menos grave.
  • Epistaxis posterior: Se origina más profundamente en la cavidad nasal, a menudo a partir de ramas de la arteria esfenopalatina. Es menos común pero más seria y difícil de controlar.

 

¿Qué es el Taponamiento Nasal Posterior?

El taponamiento nasal posterior es un procedimiento utilizado para detener el sangrado en la parte posterior de la cavidad nasal. Generalmente se indica en casos donde:

  • El taponamiento nasal anterior no logra controlar el sangrado.
  • El sangrado es profuso y proviene de vasos más profundos.
  • El paciente presenta afecciones subyacentes como coagulopatías o hipertensión.

 

Este tipo de taponamiento aplica presión directa en el sitio del sangrado en la nasofaringe y suele utilizarse en salas de emergencia o por especialistas en otorrinolaringología para tratar epistaxis posterior severa.

¿Te gustaría que traduzca el resto del artículo también?

 

Tipos Comunes de Taponamiento Nasal Posterior

El taponamiento nasal posterior es una estrategia crucial cuando los métodos anteriores no logran controlar el sangrado. Esta sección presenta las opciones disponibles para el tratamiento de la epistaxis posterior, detallando los tipos de materiales utilizados y sus respectivos beneficios clínicos y consideraciones.

  1. Gasa tradicional (por ejemplo, gasa yodoformada):
    Ofrece alta absorción, pero requiere inserción cuidadosa por parte de profesionales médicos en la cavidad nasal posterior y puede causar mayor incomodidad al paciente.

     

  2. Sistemas con balón (por ejemplo, Epistat®, Rapid Rhino® Serie 900):
    Fáciles de usar, ofrecen inflado de doble cámara para controlar sangrados anteriores y posteriores. Están diseñados para facilitar la colocación y el retiro. Aunque efectivos, pueden causar molestias.

     

  3. Catéteres de Foley:
    Aunque no están diseñados específicamente para uso nasal, se utilizan frecuentemente en la práctica clínica para el taponamiento nasal posterior debido a su mecanismo confiable de inflado con balón, proporcionando una hemostasia eficaz.

     

  4. Apósitos nasales absorbibles (por ejemplo, NasoPore®, NasoAid®):
    Se utilizan con mayor frecuencia en el taponamiento nasal anterior, pero en ciertos procedimientos pueden adaptarse para el uso posterior.

 

Complicaciones Derivadas del Taponamiento Nasal Posterior

Aunque el taponamiento nasal posterior es efectivo, conlleva ciertos riesgos debido a la colocación profunda y la presión ejercida.

Posibles Complicaciones:

  • Hipoxia u obstrucción de las vías respiratorias (especialmente si se utiliza taponamiento bilateral)
  • Infecciones sinusales o del oído medio
  • Estimulación vagal que puede causar bradicardia
  • Molestias, náuseas o dificultad para tragar
  • Necrosis tisular por presión prolongada

 

Cómo Reducir los Riesgos:

  • Monitorear la saturación de oxígeno en pacientes ancianos o con comorbilidades
  • Usar antibióticos profilácticos para reducir el riesgo de infección
  • Evitar inflar en exceso los dispositivos con balón
  • Limitar la duración del taponamiento (normalmente <72 horas)
  • Asegurar una correcta posición del paciente y una adecuada hidratación

 

Taponamiento Nasal Posterior vs. Taponamiento Nasal Anterior

El taponamiento nasal anterior se utiliza para hemorragias leves a moderadas que provienen de la parte frontal de la cavidad nasal. Puede implicar el uso de materiales absorbibles, como carboximetilcelulosa (CMC), ácido hialurónico y colágeno, que ofrecen una hemostasia efectiva con menor incomodidad. También se utilizan materiales no absorbibles como gasas y esponjas, aunque suelen causar mayor molestia y son menos ideales en términos de confort para el paciente.

En cambio, el taponamiento nasal posterior se emplea en casos de hemorragias graves o persistentes que se originan en estructuras nasales más profundas. Este tipo de taponamiento requiere dispositivos más complejos, como catéteres con balón o catéteres Foley, y debe ser realizado por profesionales con experiencia, ya que conlleva mayores riesgos y molestias para el paciente.

 

Aspecto Taponamiento nasal anterior Taponamiento nasal posterior
Ubicación Fosa nasal anterior Fosa nasal posterior profunda
Origen del sangrado Plexo de Kiesselbach (área de Little) Área de la arteria esfenopalatina
Instrumentos Gasas, esponjas, tampones, taponamiento nasal absorbible Sonda Foley, catéteres de balón
Gravedad Leve a moderada Grave o refractaria

 

En algunos casos, el taponamiento nasal posterior debe combinarse con el taponamiento anterior para prevenir el sangrado retrógrado o proporcionar un efecto de taponamiento adicional.

 

Preguntas Frecuentes sobre el Taponamiento Nasal Posterior

¿Cuáles son los errores comunes al realizar el taponamiento nasal posterior?

  • Colocación incorrecta o sobreinflado del dispositivo
  • No asegurar adecuadamente el taponamiento
  • No realizar un monitoreo adecuado de la vía aérea

 

¿Se necesita anestesia para realizar el taponamiento nasal posterior?
Sí. Generalmente se utiliza anestesia local o sedación para reducir las molestias, especialmente en casos de taponamiento profundo o con catéteres con balón.

 

¿Cuánto tiempo permanece colocado el taponamiento nasal posterior?
Normalmente entre 24 y 72 horas, dependiendo del riesgo de sangrado del paciente y su estado clínico.

 

¿Qué sucede después de retirar el taponamiento nasal posterior?
El paciente puede sentir alivio por la disminución de la presión. Puede presentarse un leve sangrado, el cual debe ser monitoreado. Es fundamental seguir con los cuidados posteriores para evitar una recaída.

 

¿Es posible seguir teniendo sangrado nasal con el taponamiento nasal posterior en su lugar?
Sí, aunque es poco común. Si el sangrado continúa, podría indicar un fallo del taponamiento, colocación incorrecta o una hemorragia arterial subyacente que puede requerir embolización o ligadura quirúrgica.

 

¿Cuáles son las instrucciones de cuidado con el taponamiento nasal posterior?

  • Evitar actividades extenuantes o levantar objetos pesados
  • No sonarse la nariz
  • Dormir con la cabeza elevada
  • Tomar los antibióticos recetados (si se indican)
  • Reportar signos de infección, fiebre alta o dificultad para respirar
  • Asistir puntualmente a todas las citas de seguimiento

 

Consideraciones Clave para el Taponamiento Nasal Posterior en el Manejo de la Epistaxis

El taponamiento nasal posterior sigue siendo una intervención crucial para tratar hemorragias nasales graves o recurrentes que no pueden controlarse con métodos anteriores. Aunque requiere mayor experiencia clínica y conlleva un mayor riesgo de complicaciones, a menudo es una medida que salva vidas en casos críticos. Comprender las diferencias entre la epistaxis anterior y posterior, seleccionar los materiales adecuados y brindar un cuidado postoperatorio meticuloso son esenciales para lograr resultados exitosos.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que entre el 90 y el 95% de los casos de epistaxis se originan en la cavidad nasal anterior. En estos casos, NasoAid® Nasal Dressing ofrece una solución eficaz y cómoda para la hemostasia, y puede utilizarse solo o en combinación con otros métodos en casos seleccionados de epistaxis posterior.